Hasta el momento no se sabe si hay víctimas. Los ataques son frecuentes desde el aumento de la escalada entre Washington y Teherán.

Varios cohetes hicieron impacto el domingo en las proximidades de la embajada de Estados Unidos en la capital de Irak, dijo una fuente militar estadounidense, en el último de una serie de ataques contra activos de ese país en territorio iraquí.

Los cohetes hicieron activarse las sirenas de advertencia en todo el complejo diplomático, pero no estaba claro exactamente cuales áreas fueron afectadas ni cuántos cohetes hicieron impacto, señalaron a AFP la fuente estadounidense y un diplomático occidental con sede en las cercanías.

No hubo informes inmediatos de víctimas.

La coalición liderada por Estados Unidos en Irak ha confirmado el ataque, según ha informado a través de Twitter el portavoz militar Myles B. Caggins.

“La coalición confirma que pequeños misiles han impactado contra la base iraquí que alberga a tropas en la zona internacional el 16 de febrero a las 3.24 horas (hora iraquí). Sin víctimas. La investigación está en curso”, ha afirmado el coronel.

“Varias explosiones han sacudido la base militar de la coalición liderada por Estados Unidos en la capital iraquí, Bagdad, este domingo por la mañana, aparentemente como resultado de un ataque con misiles”, había señalado anteriormente un militar de Estados Unidos, según informaba la cadena de televisión Al Arabiya

Los corresponsales de AFP escucharon múltiples explosiones seguidas de aviones que volaban en círculos cerca de la Zona Verde, el enclave de alta seguridad donde se encuentra la misión estadounidense..

Fue el ataque número 19 desde octubre contra la embajada o los aproximadamente 5.200 soldados estadounidenses estacionados junto a las fuerzas locales en todo Irak.

Los ataques habitualmente no son reivindicados, pero Estados Unidos ha responsabilizado por ellos a grupos respaldados por Irán en Hashed al-Shaabi, una red militar incorporada oficialmente a las fuerzas de seguridad del estado de Irak.

A fines de diciembre, un ataque con cohetes contra la base iraquí de K1 dejó a un contratista estadounidense muerto y desató una serie dramática de eventos.

Washington respondió con ataques de represalia contra una facción de Hashed en el oeste de Irak y días después un ataque de aviones no tripulados en Bagdad mató al general iraní Qassem Soleimani y a su mano derecha, el subdirector de Hashed, Abu Mahdi al-Muhandis.

Las facciones han prometido venganza por la muerte de Soleimani y al-Muhandis, e insistieron en que las tropas estadounidenses deben abandonar Irak inmediatamente.

El ataque del domingo se produjo pocas horas después de que una de las facciones respaldadas por Irán de Hashed, Harakat al-Nujaba, anunciara una “cuenta regresiva” para expulsar a las fuerzas estadounidenses del país.

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