Su muerte conmocionó a todo el país y el dolor aún hoy marca a toda la ciudad. Agustina fue asesinada mientras se resistía a ser abusada. El señalado como responsable de los hechos se quitó la vida con la misma cobardía que mató.

Una víctima más de femicidio. Otra sonrisa que borraron, sumándola a la lista de las mujeres que se fueron de su casa y jamás volvieron. Ella era Agustina Imvinkelried, una joven con una vida por delante, la cual le fue arrebatada de sus manos.

Agustina tenía tan sólo 17 años. Estaba por vivir su quinto año en la escuela secundaria Nº 2027, “Juan Manuel Estrada”, en la ciudad de Esperanza. Salió de su hogar el sábado por la noche para disfrutar con sus amistades en una discoteca bailable. Del mismo modo, que miles de jóvenes disfrutan de la vida nocturna, teniendo todo el derecho a volver sanas y salvas. Pero este no fue el caso de Agustina.

“Avisame cuando llegues”. Es una de las frases más utilizadas por seres queridos hacia una hija, una hermana, una amiga, una novia o una sobrina. Es constante la naturalización de que tal aviso es necesario para la calma de los lazos, para preservar el bienestar y la vida. Cuando debería ser inconcebible que las mujeres salgan a la calle con la posibilidad de terminar siendo desesperadamente buscadas. Cuando una desaparición conmociona a una sociedad. Pero Agustina no pudo avisar cuando llegó. Agustina no llegó. Agustina fue asesinada.

La ciudad vivió momentos de gran dolor, fue shockeada por la sucesión de hechos propios de una historia de violencia, impotencia y muerte. Agustina fue encontrada muerta horas después que un hombre se quitó la vida. La noticia recorrió el país y desde Esperanza los medios periodísticos más importantes difundían la novedad.

A un año de ese doloroso momento hay heridas que no cierran y demandan comprensión. Las heridas que aún tienen familiares y amigos. Las heridas de la impotencia y el porqué.

Familiares y amigos de la joven Agustina Imvinkelried invitan a la comunidad a participar de una misa en su memoria que se realizará el lunes 13 de enero en la Basílica de la Natividad de nuestra ciudad a partir de las 20.

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