La lluvia que se registró en el este de Australia en las últimas horas ayudó a extinguir la mayoría de los incendios que se registraban en esta región.

Según se supo, en el Estado de Queensland, situado en el norte de Australia, hubo fuertes tormentas en la noche del viernes al sábado que produjeron inundaciones y el cierre de carreteras, pero no se registraron víctimas.

Este sábado se registraban 75 focos de incendio frente a los 100 que había hace algunos días, según portavoces de los servicios de bomberos de Nueva Gales del sur que es el lugar que resultó más afectado por las llamas.

En tanto, seguían sin poder controlarse dos importantes incendios en el sur de Nueva Gales del Sur y en el Estado de Victoria, pero los servicios de meteorología prevén lluvias abundantes mañana y el próximo lunes en esta zona.

Ayer empezó a a llover en algunas regiones de Australia y las precipitaciones podrían ser las más intensas en los últimos 10 años.

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