Para que los clubes también se hagan cargo de lo que hacen sus jugadores.

Entre todo lo que movilizó el crimen de Fernando Báez Sosa en Villa Gesell se cuenta un proyecto de ley para aplicar el concepto de “mano prohibida” a los rugbiers y a jugadores de otros deportes.
El diputado de la provincia de Buenos Aires Daniel Lipovetzky (Juntos por el Cambio) y el referente porteño del Frente de Todos Leandro Santoro , informaron que están trabajando en el tema, en base a un proyecto, al que llamaron “ley Fernando”, que fue elaborado por Valeria Carreras, abogada que trabaja junto a Fernando Burlando, que asumió la representación de la familia Báez Sosa.
La idea es convertirlo en un proyecto de ley para que se aplique en la provincia de Buenos Aires y también en la Ciudad de Buenos Aires. La norma no agravaría las condenas penales ya que las legislaciones porteñas y bonaerense son locales y no pueden modificar el Código Penal de la Nación, pero apunta a establecer sanciones deportivas no solo para los jugadores involucrados sino también para los clubes.
“Así como en lo clubes trabajan en la promoción de valores como el compañerismo y el trabajo en equipo, creo que no se está trabajando bien en temas como la violencia en grupo. Hay que involucrar mucho más a los clubes porque no alcanza con que los echen después de que pase algo como hizo el club de Zárate. Hay que trabajar preventivamente, y si no lo hacen van a tener sanciones”, precisó Lipovetzky.
La idea es que cuando ocurra un hecho de violencia el deportista sea suspendido y que realice «una charla, un test psicológico para cambiar».

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