La ex ministra de Seguridad se refirió al crimen de Villa Gesell y opinó que con los recursos adecuados se podría haber evitado. Criticó, por otro lado, que se haya derogado la resolución que obligaba a los efectivos de la PSA a portar el arma reglamentaria durante las 24 horas
La ex ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, defendió la utilización de las pistolas taser para situaciones de violencia en la vía pública y se manifestó a favor de un “Estado policial” tras la derogación del uso de armas de la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA). Sostuvo que ese tipo de pistolas se podría haber usado para evitar el brutal crimen de Villa Gesell, donde diez rugbiers golpearon hasta la muerte a Fernando Báez Sosa.
«Con una taser en dos segundos lo controlaste y lo bajaste, y el rugbier violento, fortachón, animal, lo dejaste sin recursos», ilustró la ex funcionaria macrista en diálogo con radio La Red.
«Las personas tienen miedo porque están fuera de sí. Cómo parás a esos pibes. Con una Taser en dos segundo lo controlás y lo bajaste», reafirmó Bullrich, que durante su gestión adquirió 100 de estas pistolas para la Policía Federal y Aeroportuaria.
Sin embargo, tras el cambio de gobierno, y la llegada de Sabina Frederic al Ministerio de Seguridad de la Nación, la resolución que permitía el uso de esta arma en terminales ferroviarias y aéreas se dio de baja.
En este marco, Bullrich, pidió un «Estado policial» que proteja a «los policías de los delincuentes» y criticó además la decisión del gobierno nacional de dejar sin efecto la resolución que obligaba a los efectivos de la PSA a portar el arma reglamentaria durante las 24 horas.
«El Estado Policial protege a los policías de delincuentes y narcotraficantes. Éstos, cuando descubren que son policías, los matan con alevosía por el solo hecho de serlo. Derogarlo es dejarlos sin defensa, es ventaja para el delito», escribió la ex funcionaria y titular del PRO en su cuenta de Twitter.
Desde su creación, la PSA era la única fuerza de seguridad federal cuyos efectivos no tenían la obligatoriedad de portar armas fuera de servicio, a diferencia de los miembros de la Policía Federal Argentina, de la Gendarmería Nacional y de la Prefectura Naval Argentina.