Las lluvias caídas permitieron aliviar parte de los incendios y creen que en algunos lugares se podrían extinguir las llamas.

Las autoridades alertan que las lluvias torrenciales como la que está cayendo, podrían derivar en inundaciones y los rayos en nuevos incendios. 
Se espera que la lluvia desvanezca el humo pero recalca que es un alivio temporal, ya que se pronostica calor para las próximas semanas.
«La lluvia no siempre es buena noticia, especialmente si es torrencial. Lo que realmente se necesita es una lluvia constante, que empape el terreno», explica un meteorólogo.
Las lluvias persistentes que permitirían aliviar una de las peores sequías desde que se tienen registros, no llegarán hasta marzo, según prevé la agencia meteorológica pública.
Hasta el momento, los incendios provocaron la calcinación de 11,2 millones de hectáreas, la muerte de 29 personas y millones de animales y la destrucción de 2.500 viviendas.

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